Las curtiembres le respondieron: no es culpa nuestra, el problema son los mataderos. Como la venta de carne les reporta mayores ganancias con menor esfuerzo, los cueros les importan muy poco
Los mataderos dijeron: no es culpa nuestra. Los ganaderos gastan muy poco en garrapaticidas y además marcan las reses por todas partes para evitar el robo
La respuesta de los ganaderos fue: No es culpa nuestra, esas estúpidas vacas se restriegan contra los alambres de púas para aliviarse de las picaduras
Conclusión: la marroquinería colombiana no puede competir en el mercado de Estados Unidos porque ¡las vacas colombianas son estúpidas¡?